domingo, 24 de marzo de 2013

El ángel del hogar y la crisis económica


Cuando ya las mujeres pensábamos que habíamos conseguido la igualdad de  oportunidades con los hombres, retorna un gobierno liberal, y a poco de cumplir un año de mandato, el Fondo Económico Mundial realiza un informe donde dice que España ha bajado 14 puestos en función del grado de equilibrio social que han conseguido entre sexos. “España va para atrás en relación a los temas de igualdad de género: ha retrocedido 14 puestos en el ranking situándose en el puesto 26, por detrás de Mozambique o Burundi. Una vez más los países nórdicos -Islandia, Finlandia, Noruega y Suecia- se llevan los laureles, pues han cerrado la brecha económica por razón de género en un 80%, frente a la media de un 60% a nivel mundial.”
Actualmente nos encontramos en época de crisis económica donde la situación es nefasta y el gobierno tiene que tomar medidas “de austeridad” para poder salir  adelante, se justifica por  que las necesidades son muy grandes y como consecuencia se tienen que tomar disposiciones difíciles y duras. Esta justificación no pinta nada bien, me retrotrae a otras épocas, a otros tiempos. Si miramos hacia atrás, mirada que es indispensable, ya que la historia siempre nos muestra el porqué del recorrido trazado, veremos de donde venimos y a donde vamos. Pues bien, una parada indispensable se produce sobre el año 1936 y  La sección femenina  cuyo elemento esencial consiste en  proponer el modelo de mujer a seguir, buenas madres y buenas esposas, es la mujer que no habla, sumisa (aunque hay una élite de mujeres que son las que forman al resto) que se sacrifica, que vive para los demás.  El papel de la mujer era de invisibilidad luego su forma de comportarse tenía que ser recatada.

Se encarga entre otras cosas de la educación de las mujeres, las dirige en cómo tienen que  ser su comportamiento. Escribe las mil reglas que se necesitan para conseguir que la mujer aglutine entorno suyo a la familia, con la ayuda de la iglesia, proponiendo unos principios religiosos, “sumisión respetuosa y amorosa a la jerarquía de la iglesia, cuyas direcciones y consejos serán sagrados para ellas”[1]. El régimen quería que las mujeres reconquistaran el hogar, las animaba llamándolas “el ángel del hogar” , lo hacía por motivaciones económicas, ideológicas y demográficas. Las utilizaba.

Aunque suene escalofriante uno de los argumentos principales de la sección femenina era la excepcionalidad, todas esas normas tan estrictas eran tomadas como consecuencia de la situación  excepcional que se vivía, primero la guerra civil y luego la posguerra.

Ahora se produce lo mismo, en  una situación de crisis, hay que tomar medidas excepcionales. La historia se repite,  aunque eso si, de manera indirecta, se nos devuelve al hogar por motivos económicos, no hay empleo,  las mujeres tenemos que estar en casa como cuidadoras (eso que se ahorra el Estado) y demográficamente, España es un país envejecido. Hace falta que las mujeres tengan más hijas e hijos. Todo esto utilizando primero el adoctrinamiento (la nueva ley de educación, segregación y financiación de los colegios privados) y servicio a la comunidad, la labor asistencial que nos vuelve a tocar a las mujeres (la ley de la Dependencia se vacía de contenido).

En la actualidad los recortes propuestos por el Gobierno dificultan más, si se puede, la crianza de nuestra infancia y el cuidado de las personas mayores,  ambos cuidados afectan en mayor medida a las mujeres,  la situación laboral, sigue siendo precaria, contratos de media jornada y mayor índice de desempleo. Los recortes sociales como guarderías, comedores escolares, les afecta directamente, puesto que dificulta que la mujer pueda trabajar fuera del hogar y conciliar. También la corresponsabilidad todavía no es compartida por las familias.

Siglos atrás las mujeres vivían sometidas por el sistema patriarcal. Muchas se revelaron e incluso perdieron la vida, luchando por sus derechos. Pero han pasado los años y el patriarcado lejos de desaparecer ha ido mutando, adaptándose a los tiempos, camuflándose.

Después de años de lucha y de los diferentes feminismos y olas  feministas, cuando ya creíamos que todo estaba conseguido, miramos a nuestro alrededor y vemos que el mundo sigue separado en rosa y en azul[2] con toda la información implícita que esto supone.








Hijas de Lilith


HIJAS DE LILITH

Dedicado a mi gran amiga Eloisa



Muchas veces me he preguntado porqué dos mujeres estando en la misma situación ofrecen respuestas diferentes, incluso saliendo perjudicadas, repiten patrones una y otra vez hasta quedar destrozadas emocionalmente. Es doloroso ver cómo muchas después de una separación, por ejemplo, no son capaces de renovarse y salir adelante, en cambio otras con situaciones similares o peores sí lo consiguen.  

No sólo influye en esta respuesta  la capacidad individual de cada persona sino también lo aprendido, tanto en nuestra familia como  en nuestro entorno,  en definitiva la socialización. Y en este campo las mujeres hemos salido ampliamente perjudicadas, ya que desde pequeñas nos enseñan que nuestra misión en la vida es ser madres y esposas, encargarnos de las tareas del hogar y por supuesto ser sumisas e inferiores a los hombres. Solo hay que ver los anuncios de televisión donde las mujeres somos objetos sexuales y donde una imagen –dicen, vale más que mil palabras-,  que  para anunciar cualquier cosa siempre ha de salir una mujer medio desnuda o en actitud provocativa.

Y entonces me planteo que esto tiene que venir de algún sitio, que en algún momento de la historia de la humanidad tuvimos que ser relegadas  a un segundo plano. Buscando  nuestros orígenes, donde se encuentre el principio de todo,- me refiero a nuestra opresión claro-, me doy cuenta  que las mujeres en el principio de los tiempos  no estábamos sometidas, hubo un tiempo en que sí podíamos estar en igualdad con los hombres y como digo buscando y buscando lo encuentro. 

Según la literatura hebrea, en la Cábala,  Lilith fue la primera mujer, creada antes que Eva .Hecha de arcilla lo mismo que Adam, “macho y hembra los creó” y de esta manera fueron convertidos en iguales. Pero Lilith no quiso ser sometida y huyó del paraíso convirtiéndose en un “demonio” y aquí empezó nuestra desdicha, ya el mal nos rodea como una nube tormentosa. Como Adam no quería estar solo Dios creó a Eva de su costilla. Este acto inocente supuso el principio de la sumisión y la dependencia de las mujeres, después de lo de la manzana ya Eva es la culpable, y con ella todas las mujeres, de las desdichas de la humanidad, grabándose en el inconsciente colectivo la responsabilidad femenina de todos los males.

A partir de Eva todo se hizo muy fácil, para ellos claro, empezó por ejemplo Aristóteles diciendo aquello de “Las características que definen la naturaleza femenina impiden a las mujeres cualquier pensamiento racional” (384-322 a.C) Filósofo Griego , luego Fray Luis de León (1527-1591) en su libro “la perfecta casada (154)” dice “Porque así como la naturaleza, como dijimos y diremos, hizo a las mujeres para que encerradas, guardasen en la casa, así las obliga a que cerrasen la boca”, la cosa no cambia y el gran filósofo Rousseau dice en su obra “el Emilio o de la educación 1762” “Toda la educación de la mujeres debe estar referida a los hombres. Agradarles, serles útiles, hacerse amar y honrar por ellos, criarles de pequeños, cuidarles cuando sean mayores, aconsejarles, consolarles, hacerles la vida agradable y dulce: éstos son los deberes de las mujeres de todos los tiempos y lo que hay que enseñárseles desde la infancia”. Como vemos las creencias se ponen de mal en peor y así sigue hasta nuestros días ya que lo de el pensamiento androcéntrico machista y misógino sigue en la actualidad, con ilustres representantes como el escritor y académico Pérez Reberte y su ya célebre artículo “Mujeres como las de antes” donde dice lindezas como “se nos cruza una rubia de buena cara y mejor figura, vestida de negro y con zapatos de tacón, que camina arqueando las piernas, toc, toc, con tan poca gracia que es como para, piadosamente –¿acaso no se mata a los caballos?–, abatirla de un escopetazo.”

Bueno esta es parte de la historia de la humanidad formada y creada por personas unas con criterio y otras sin él pero desde luego todas y cada una de ellas  dejando su granito de arena, su huella y su marca.

Pero aunque esta sea nuestra herencia no está todo perdido, es difícil remontar siglos de exclusión, tiranía e incomprensión, por decir poco, sin embargo las mujeres hemos sido capaces – incluso aunque   los hombres en su intento de salir adelante siempre han tenido ventaja-, de resurgir de nuestras cenizas,  y por ello no podemos perder la esperanza ya que ésta es el motor que moverá todas nuestras propuestas e iniciativas.

Es muy importante que veamos la capacidad y valentía de muchas mujeres, fuertes unas y otras no tanto, pero todas si se lo proponen pueden conseguir lo que se planteen, lo importante es centrarse en una misma, ver qué aspectos de nuestra vida, de nuestra manera de pensar y de comportarnos tenemos que modificar y ponernos manos a la obra. El camino se hace andando que dijo Machado.

Recordar que la felicidad empieza en el mismo momento que se decide buscarla. Los mensajes negativos y las cargas recibidas anteriormente se pueden sustituir por mensajes positivos y liberación. Esa mochila donde llevamos las culpas, el miedo y el peso de siglos se puede vaciar. Hay que poner en el pensamiento lo que queremos conseguir y a partir de ahí es cuestión de tiempo y trabajo personal. Tenemos que aplicar el dicho y el hecho de  que creer es igual a crear.

Hay que retomar lo de la deconstrucción  de lo aprendido, de aquella parte que nos perjudica, la que no nos deja crecer. No es un camino fácil pero se puede lograr.  No hay que aferrarse a borrar la información ya que esto produce un agotamiento supremo, sino hay que sustituirla por información nueva. Tenemos que tomar la firme decisión de que queremos cambiar, que rechazamos lo aprendido y transmitido siglo tras siglo y queremos empezar de nuevo.

Pero lo más importante de todo es que al final solo tenemos que  elegir ser hijas de Eva o hijas de Lilith.

¿Feminista o femenina?


¿Feminista o femenina? Este es el gran dilema en la sociedad actual donde no quedan claros ni valores, ni cultura, ni herencia pero si quién manda aquí, es decir, está claro que el patriarcado continúa dirigiendo los comportamientos y creencias de todas las personas o por lo menos de  un gran número de ellas.
Pero vayamos por partes ¿Qué es el feminismo? Pues estaría muy bien que lo explicaran en las escuelas, en los medios de comunicación, que hicieran publicidad como poco para informar a la ciudadanía que se trata de: 1. m. Doctrina social favorable a la mujer, a quien concede capacidad y derechos reservados antes a los hombres. 2. m. Movimiento que exige para las mujeres iguales derechos que para los hombres. (RAE). Visto esto no se entiende el pánico colectivo cuando se habla de este término ni tampoco su desprestigio social. Hoy en día no se puede decir públicamente que eres feminista sin pagar las consecuencias como pérdida de prestigio, desconfianza y otras.
Ahora consultemos el término femenina: 1. Adj. Propio de mujeres (bueno esto sería discutible pues lo propio de las mujeres no se sabe con exactitud a qué se refiere. ¿Pelo largo, maquillarse quizás? Pues en el SXVIII los hombres llevaban pelucas de pelo largo, tacones y se maquillaban, luego en el SXX y SXXI repiten, ¿Será la moda? 2. Adj. Perteneciente o relativo a ellas. 6. Adj. Débil, endeble. (RAE)  O sea, que cuando una mujer dice que es femenina, en realidad no está muy claro qué quiere decir. Lo que si aclaran es lo de débil y endeble, no sé ¿Se referirán a esas madres, por ejemplo, que quedando viudas han sido capaces de sacar a sus hijas e hijos adelante? ¿O a esas otras mujeres que en tiempos y en situaciones difíciles como guerras, violaciones, etc. resurgen de sus cenizas como el Ave Fénix? o  ¿Esas otras que siendo fieles a sus creencias han dado su vida para que otras mujeres nos podamos beneficiar hoy en día de unos derechos que antes eran inconcebibles para una mujer?
Sea como fuere lo que si está claro es que siendo las mujeres el 52% de la población mundial seguimos en segundo plano. No nos damos cuenta “las mujeres sobre todo”, que el movimiento Feminista ha sido pacífico, que gracias a esas feministas “locas” como mucha gente piensa, yo, mujer de 45 años puedo votar, viajar y trabajar en la calle sin el permiso de mi marido, puedo heredar, estudiar en la Universidad y recibir el título oficial y no un simple certificado de asistencia, puedo denunciar a mi marido si éste me maltrata, me puedo negar a mantener relaciones sexuales si no quiero tenerlas y un sinfín de derechos que ahora las mujeres podemos disfrutar gracias a estas otras feministas.
Por este motivo me entristeció sobremanera cuando dentro de los actos del  Movimiento Democracia Real Ya en su acampada en la Puerta del Sol un grupo de mujeres que colgaron un cartel con el lema “la revolución será feminista o no será” fueron abucheadas y le rompieron la pancarta. Seguidamente lo primero que me vino a la cabeza fue Olympia de Gouges  que durante la Revolución francesa estuvo al lado de los revolucionarios apoyando la causa, y que cuando escribió su “Declaración de la Mujer Ciudadana” ya no gustó pues las mujeres no podían tener esa distinción y la guillotinaron.
En la Puerta del Sol también rodaron cabezas y en todas partes pues como en épocas pasadas el patriarcado quiere que las mujeres participemos y ayudemos pero que no destaquemos ni solicitemos lo que por justicia nos corresponde.
Por eso creo que la única solución es que las mujeres nos unamos, porque el divide y vencerás del patriarcado realmente está funcionando, ahora  por ejemplo con esa nueva ola de mujeres que forman el “el nuevo feminismo” cuando en realidad lo que está detrás es el neomachismo.
Que quede claro que las feministas lo que queremos es la igualdad de oportunidades y derechos entre mujeres y hombres. Y para terminar unas palabras de Marcela Lagarde. “La alianza de las mujeres en el compromiso es tan importante como la lucha contra otros fenómenos de la opresión y por crear espacios en que las mujeres puedan desplegar nuevas posibilidades de vida…”.