sábado, 11 de enero de 2014

GRUPOS DE AUTOCONCIENCIA

En estos momentos pertenezco a la Asociación Rural de Mujeres Tiemar, uno de los objetivos de dicha asociación es contribuir al fomento de la igualdad de derechos y oportunidades entre mujeres y hombres. Dichos objetivos se han convertido en una labor  casi imposible de llevar a cabo,  puesto que  el patriarcado sigue utilizando todos los mecanismos  a su alcance para que las mujeres no consigamos llevar a la práctica la ejecución de los derechos que ya la ley nos concedió en su día. Así mismo algo fundamental como el derecho a decidir sobre nuestro cuerpo, se pretende volver a convertir en un cometido inaccesible para nosotras.

En la actualidad las mujeres continúan siendo violadas, asesinadas por sus parejas o exparejas, nuestros compañeros no nos acompañan en el camino que aún tenemos que  recorrer para poder acceder a los mismos puestos que ellos consiguieron, eso si, con nuestra ayuda.

Ya en los años sesenta y setenta nuestras antecesoras las feministas radicales, observaron  las contradicciones de un sistema que proclamaba la generalidad de derechos, pero que en la práctica era machista, sexista y misógino. Observaban como ellas realizaban los mismos trabajos tanto en el espacio privado como en el público, eran las encargadas de llevar café o las que pasaban a máquina los documentos que realizaban sus compañeros. A si mismo, al realizar un análisis sobre la situación de las mujeres y su relación con los hombres, fueron conscientes de la importancia de la concepción del poder, es decir, como se estructuraba el dominio sobre las mujeres.

Kate Millet, una de las lideresas del movimiento feminista radical, demuestra como estas situaciones de dominio eran construidas culturalmente, al igual ideo el lema de "lo personal es político". Con la intención de paliar estas situaciones, se crean los "grupos de autoconciencia", cuya  finalidad era ayudar a tomar conciencia a las mujeres de su  situación, de sus historias de vida, al igual que pudieran reunirse y manifestar sus experiencias personales, como la violencia sufrida, la falta de placer sexual, etc. 

En estos momentos de retroceso en la consecución de nuestros derechos, contemplamos la necesidad de retomar las prácticas ya utilizadas por nuestras ancestras. En la Asociación Rural de Mujeres Tiemar volveremos a poner en práctica los "grupos de autoconciencia" de mujeres, buscando la creación de un punto de encuentro, donde todas podamos compartir nuestra experiencia de vida para conseguir la conciencia necesaria que nos lleve a seguir trabajando. Fomentaremos el apoyo y la sororidad, nos ayudaremos unas a otras, y continuaremos hasta conseguir la igualdad efectiva.


Lola Delgado Rodríguez